Ya ha pasado un año desde que Disney Store lanzó una muñeca Edición
Limitada de Bella con su vestido rosa de invierno como parte de las mercancías
para promocionar el 25 aniversario del clásico animado y preparar el lanzamiento
de la versión live–action.
En cuanto la vi, quise hacerme de una, pero desafortunadamente
no tuve suerte al momento de la preventa, así que, para no quedarme con las
ganas, decidí hacer mi propia versión de esta hermosa muñeca.
De hecho, hice todo lo posible para poder adquirir una Bella
el día de la preventa, despertándome a las 3 de la mañana y recargando
constantemente el sitio de Disney Store en espera de que estuvieran disponibles
las muñecas. Bella es mi princesa Disney favorita, y yo estaba muy emocionada
por esta muñeca, leyendo y siguiendo todos los consejos para comprar Ediciones
Limitadas. La verdad fue una verdadera pesadilla, pues las muñecas aparecieron
con atraso (Gastón fue el primero en ser avistado) y la página web era un
desastre (de hecho, muchos habían notado unos días antes problemas a la hora de
pagar el carrito de compra), pero permanecí actualizando y tratando de
confirmar la compra hasta que por fin salió el mensaje de compra exitosa y pude
descargar mi recibo.
Sin embargo, a la mañana siguiente me enteré que, debido a
las constantes fallas del sitio, muchos coleccionistas estaban recibiendo
mensajes de que sus órdenes habían sido canceladas o que ni siquiera se habían
registrado en primer lugar. Inmediatamente fui al sitio a revisar mi orden, que
en ese momento aún aparecía intacta. Unos días después, revisando nuevamente me
di cuenta de un grave error en el historial:
La fecha de compra aparecía como el 31 de diciembre de 1969.
Con esto estuve segura de que no había procedido la orden (una semana después desaparecería todo rastro de la compra en mi historial), así que comencé a
preparar mi plan B (evitando las reventas por internet). Para ello pensé en
comprar a la recién salida Bella cantarina de 16 pulgadas, pero esta muñeca
presentaba un pequeño inconveniente: su falda giratoria. De todas maneras, fui
en busca de una de estas muñecas a Coyoacán, pero en su lugar encontré la
versión anterior (creo que es la del 2013) aún en caja. Sin luces ni movimiento
en el vestuario, esta muñeca fue la opción perfecta para mí.
Las muñecas cantarinas de 16 pulgadas siempre fueron
interesantes para mí, aunque en su momento no adquirí ninguna. Así que
encontrar esta Bella fue todo un golpe de suerte. Realmente me gusta mucho la
pintura de su rostro, y creo que por sí misma ya es realmente hermosa.
Decidiendo no modificar a la muñeca en sí en absoluto, me di
a la larga tarea de recolectar las telas y demás materiales necesarios para
crear el vestido rosado, proceso que me llevó varios meses, pues siempre me
faltaba algo más que encontrar.
Poco a poco, el proyecto fue tomando forma. Pasé mucho
tiempo observando las fotografías que podía encontrar en internet para crear el
vestuario. Aunque realmente quería que se viera como el vestuario original,
tampoco esperaba crear una copia exacta, especialmente porque sabía que debía
adaptarme a los materiales que pudiera obtener.
En realidad, no sé cuánto tiempo me tarde en realizar este
trabajo. Lo más trabajoso fue hacer el bordado con hilos dorados, tanto en el
escote, la falda y ambos costados de la capa. El resto fue relativamente
sencillo, aunque hice varios experimentos con la forma de las mangas y de la
falda, que finalmente fue hecha en dos piezas para evitar ciertas
complicaciones.
Las últimas piezas que realicé fueron hechas apenas hace un
par de semanas, y fueron precisamente sus botas, dejadas atrás debido a que no
encontraba el material indicado para hacerlas. (Aunque tal vez debí ahorrarme
las molestias, pues, aunque me gusta mucho su nuevo calzado, la verdad es que
no se puede ver en el resultado final).
Finalmente tengo a Bella con su hermoso vestido rosado de
invierno, y a pesar de que me tomó prácticamente un año para juntar todas las
piezas, no podía estar más satisfecha con el resultado final.
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